Walmart, la multinacional estadounidense considerada la mayor corporación pública del mundo, ha dado una paso más en el servicio a domicilio.
La compañía anuncia que a partir del próximo otoño, ofrecerá el servicio de entrega de mercancía ya no sólo a tu vivienda, sino directamente a tu frigorífico.
Como se puede ver en este vídeo, la empresa estadounidense habilitará un nuevo servicio para sus clientes, con el que llevar la compra a casa y guardarla directamente en la nevera.
Según explican desde la propia compañía, los empleados encargados del reparto y reposición, estarán debidamente formados. Además de que dispondrán de unas cámaras para que el cliente pueda seguir sus movimientos en todo momento.
Del mismo modo, también aseguran que la formación de los repartidores, constará también de un curso sobre organización de los alimentos, para una mayor eficiencia del uso del frigorífico.
¿Podrán entrar libremente a tu domicilio? Esa es una cuestión que todavía no ha sido del todo aclarada por parte de la compañía. Al parecer, tendrán acceso mediante una aplicación que utiliza la tecnología “smart-entry”. El cliente será quien, a través del móvil, podrá permitir el acceso a tu domicilio.
Y aquí es donde abro el debate. ¿Es un servicio que facilita la vida o atenta contra tu intimidad? Y ya no sólo contra tu intimidad, sino también con tu seguridad.
¿Permitirías que alguien desconocido entrara en tu casa, hasta la cocina, para dejar la compra en tu nevera? Entiendo que dependerá del grado de confianza que te aporte esa compañía y sus empleados. Pues es un factor que tenemos en cuenta a la hora de contratar un servicio de limpieza o una persona que se encargue de cuidar a nuestros hijos o nuestros ancianos cuando no estamos en casa.
De momento, parece que este servicio sólo se va a implantar en determinadas ciudades norteamericanas, para más de un millón de clientes, en la primera fase de desarrollo. Esto puede permitir a la compañía estudiar hasta dónde alcanza el grado de confianza de los usuarios, qué pueden mejorar para seguir convenciendo al resto de potenciales clientes y dónde están los fallos que pueden ocasionarles prejuicios.
En un primer pensamiento, a mí se me ocurre que la confianza se puede alcanzar con la “personalización” del servicio. Es decir, poder llegar a establecer ciertos lazos con el repartidor. Si sé quién es la persona a la que voy a darle acceso a mi nevera, tengo información sobre ella, e incluso la conozco personalmente, supongo que me dará menos reparo abrirle la puerta que si es alguien con el uniforme de la empresa y además es una persona distinta a la que vino la semana pasada.
¿Y tú? ¿Estarías dispuesto a permitir la entrada a tu cocina al repartidor, sin que tú estés en casa?