Me apetecía mucho contar algo especial en el primer post del año. Para empezar compartir que he tomado un tiempo de descanso y desconexión que necesitaba, en especial para venir súper cargado de energía para este 2011 que promete ser apasionante. Pero lo principal es una reflexión que he tenido recientemente. Me he dado cuenta que hay muchas formas de ver e interpretar ver la vida y que cada uno genera su propio mundo en función de esa visión.
– Para algunos, cuando oyen hablar de unicornios, dragones o sirenas piensan que se le ocurrían a algún escritor al ver un rinoceronte o narval, a un arqueólogo a ver un esqueleto fósil de un dinosaurio o a un marinero desesperado al ver una foca o un delfín.
– Otros descartan la existencia de Dios para explicar el origen del Universo.
– Los hay que van a un espectáculo de magia e intentan descubrir los trucos. También están los que sin querer los descubren y se aburren.
– Hay quien quiere controlar el futuro e incluso huir de su destino. No queriendo asumir riesgos.
– Y a los más, todo esto se la trae al pairo.
Pero yo me niego a vivir en cualquiera de esos mundos, donde no haya espacio para el misterio de la vida, la fantasía o la magia. Sé que el futuro se ríe de nosotros cuando queremos controlarlo y me gusta confiar en el destino. En mi mundo si hay espacio para un Dios, los unicornios, los dragones y las sirenas, e incluso para jóvenes princesas en cuya mirada podría perderme navegando. Un mundo donde se pueda compartir una canción y un cuento viendo que son algo más que notas y palabras.