Parodiando la desesperación, sí, pero…
Un sketch de humor también sirve como ejemplo de lo que es perder los nervios.
En esta parodia de Martes y Trece, que siempre consigue sacarme una sonrisa, me sirve para decirte que:
- Te vas a encontrar muchas personas pesadas.
- Vas a intentar mantener la calma.
- Tu capacidad de escucha y atención acabará mermada.
- Querrás atizarle con el tambor de detergente (y quizás lo hagas).
- No conseguirás nada positivo. Al contrario, podrás desaprovechar una interesante oferta por centrarte únicamente en un punto del asunto.
¿Te identificas en una situación similar?
¿Crees que no puedes controlar los nervios por culpa de agentes externos?
Si lo crees así, te equivocas.
Si conectas con tu paz interior, aprendes a gestionar tus emociones. Lo que te ayuda a:
- Decir «no» con asertividad.
- Mejorar tu capacidad de escucha para recibir la información que te pueda interesar.
- Aceptar las situaciones adversas con calma.
- Centrarte en encontrar la solución, en lugar de enredarte con el problema.
- Impedir que nada ni nadie te quiete tu paz interior.
Por eso, te pregunto:
¿Quieres conseguirlo?
Porque, el problema menor es soportar a un vendedor insistente que quiere venderte un producto.
Seguramente, lo que te cree ansiedad y estrés sea:
- Entender a tu hijo adolescente e intentar que tu hijo entienda tus recomendaciones.
- Comprender que tu pareja y tú no pensáis igual en determinadas cuestiones familiares.
- Encontrar tiempo para hacer todo lo que quieres.
- Cuadrar números para soportar las deudas.
Y para empezar, tienes que aceptar que el mundo no está contra ti, sino que la primera persona que actúa contra ti puedes ser tú misma.
Empieza a entrenar tu mente para experimentar una transformación positiva en tu vida.
¿Cómo?
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