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Ángel María

Descubre primero cuáles son tus sueños, de verdad, tu propósito, y si estás conectado y alineado con él, además de pagar tus facturas, también sentirás que vives con plenitud. 

Si estás harto/a de pagar una factura de la luz más elevada, busca alternativas, que las hay.

Pero no quiero hablarte de ofertas de grandes eléctricas ni a convencerte de que te cambies de compañía. 

Ya hay mucho personal dedicado a ello, que supongo te llamará a la hora de la siesta para ofrecerte las mejores condiciones del mercado.

Cuando hablo de la factura y de los sueños, me refiero a esa demoledora frase a la que se recurre cuando nos da miedito emprender, quitarnos el piloto automático, escapar de un trabajo «seguro» y seguir un rumbo totalmente diferente, hacia aquello con lo que nos sentimos conectados.

Tienes esta frase u otras similares como «más vale malo conocido que bueno por conocer», «virgencita que me quede como estoy», «más vale pájaro en mano que ciento volando…». 

Quizás conozcas alguna más, que le has escuchado alguna vez a tu abuelo, a tu madre o al profesor de gimnasia.

Sea como sea la frase, lo que viene a decirnos es que si tienes un trabajo, con el que recibes una nómina a final de mes, sigue con él y deja los sueños para Calderón de la Barca o Shakespeare.

Y así nos va.

Son datos, no opiniones

Según los datos de una encuesta realizada por LinkedIn, más de un 70% de los trabajadores en España son infelices en sus trabajos. 

No sé a ti, pero a mí me resulta un dato desolador.

Porque si contamos que, aproximadamente, nos pasamos 35 años de nuestra vida trabajando, ¿no te parece demasiado tiempo para estar haciendo algo que no te gusta?

¿Cuántas cosas que te disgustan en tu vida, eres capaz de hacerlas durante 223 días seguidos? (365 días, menos 106 fines de semana, menos 8 festivos  y menos 30 días de vacaciones=223).

¿Te imaginas tener que aguantar al «cuñao» en la cena de Nochebuena, durante 223 días? 

No lo aguantarías, ¿verdad? 

Pero sí lo hacemos en el trabajo, porque nos paga las facturas a final de mes. Y entonces, ponemos el piloto automático durante esos 223 días, y dejamos que nuestra vida nos guste, durante 142 días. (Y si además, restamos las horas que estamos durmiendo, nos quedan menos de 95 días de disfrute). 

Por tanto, en nuestros 35 años que estemos trabajando, solo disfrutaríamos de poco más del 30% de nuestra vida. ¿Es o no es desolador?

¿La solución es no pagar la factura de la luz?

No, esa no es la solución (a menos que quieras que te la corten).

Pero tampoco está en dejar a un lado tus sueños, tus metas, tu vocación.

Tampoco se trata de que vayas mañana al trabajo, recojas tus cosas y mandes a tu jefe a escaparrar cebollinos. 

Pero sí puedes descubrir tu propósito en la vida, para lo que puedes empezar por conocerte bien, saber quién eres, dónde te encuentras y adónde quieres llegar, y empezar a tomar acción.

Saber que disponer de un trabajo que te permita pagar la factura, no implica que haya otro, que esté conectado contigo, con tu esencia y tu propósito, que también te permita hacerlo.

Aunque para ello, no puedes quedarte paralizado/a, acogiéndote a esta frase o alguna otra, con la que justificar que no estás viviendo la vida que realmente deseas y mereces

Porque así, tus sueños no pagarán las facturas, pero tú sí que pagarás la factura de la infelicidad y la insatisfacción.

Ángel María
Ángel María

Emprendedor orientado a Propósito, fundador de proyectos como Medios y Redes, Influenzia, Bubok, Iniciador o Leemur. Calificado por Forbes como una de las 100 personas más creativas del mundo de los negocios. Ayudo a personas y organizaciones a identificar su Propósito Transformador.