Me han recomendado este libro; «Legado: 15 lecciones sobre liderazgo», que habla sobre liderazgo, tomando como ejemplo al equipo de rugby neozelandés, considerado por muchos como uno de los mejores de este deporte y que ya se ha convertido en una leyenda internacional.
Todavía no he tenido tiempo de leerlo en profundidad, pues ha llegado a mis manos recientemente, de forma casual (hay quien dice que los libros te eligen a ti, y no que tú los eliges a ellos), pero sí he podido echarle una primera ojeada y me han llamado la atención algunas frases que quiero compartir con vosotros.
El autor del libro, James Kerr es excapitán del equipo de rugby Under Sin Stone, y ha querido plasmar las bases del liderazgo que han llevado a los All Blacks a ser todo un referente de este deporte y uno de los equipos más exitosos de todos los tiempos.
Supongo que alguna vez habrás visto la típica haka que protagonizan los jugadores ante su rival, antes de empezar un encuentro. Es una costumbre intimidatoria que cada equipo representa y afronta de una manera diferente. Pero todos los que se encuentran ante la haka de los All Blacks, saben que tienen delante una seña de identidad, un poder que va más allá de la intimidación, porque es una muestra de pertenencia, de cultura, de unión por el mismo propósito.
Las técnicas que los All Blacks utilizan para motivar a sus jugadores y hacerles luchadores, formando verdadero equipo por un mismo fin, es lo que Kerr ha considerado que pueden ser útiles para cualquier empresa que quiera lograr el éxito.
Es un trabajo común que empieza por una creencia personal.
El autor dice en su libro: «la haka nos recuerda la fragilidad de la vida. El poco tiempo que tenemos. Y lo mucho que nos queda por hacer. Nos recuerda que este es nuestro tiempo». Una frase que debemos aplicarnos en el día a día, para entender el verdadero valor de nuestra vida, el valor de cada minuto de juego sobre el césped.
«La visión sin acción es un sueño. La acción sin visión es una pesadilla».
Proverbio japonés.
Lo que diferencia a los All Blacks de otros equipos es que cada jugador se pregunta cuál es su labor en el mundo, qué es lo que el mundo necesita de ellos, qué deben hacer para que algo suceda. Lo que esos jugadores hacen en el campo es un reflejo de cómo son, de cómo actúan también fuera del césped, de cómo deciden vivir su vida; porque tienen un propósito.
No se proponen únicamente cómo pueden jugar mejor, sino cómo pueden ser mejores, cómo pueden sacar la mejor versión de sí mismos, dentro y fuera del campo. Y eso es lo que les hace grandes, los mejores.
Lo mismo se puede aplicar para cualquier miembro del equipo de una empresa u organización. El punto en común para hacer crecer a la empresa empieza de manera individual. Es preguntarse cómo puedes ser mejor dentro y fuera de la oficina. Y eso se consigue con propósito.
El exjugador de rugby y luego convertido en entrenador, Wayne Smith, dice: «todos aceptamos la idea de intentar crear nuestra propia cultura, y para hacerlo empleamos la narración de historias. Yo realmente deseaba que esa campaña estuviera impulsada por una visión y que se basara en unos valores. Tanto si se trata de la familia, lealtad, poner la camiseta más arriba…, necesitas identificar qué es lo que les da un propósito a los jugadores, para continuar motivado. Se trata de propósito y de sentido. Estos son los dos grandes temas».
Gilbert Enoka, «entrenador mental» de los All Black desde 2001 dice: «Cuanto más cosas tienes por las que jugar, mejor juegas».
Y de eso se trata; de jugar cada día tu mejor partido porque tienes muchas cosas por las que jugar. Porque los objetivos que te establezcas en la vida tienen que estar en consonancia con tus valores. Y una empresa tiene que compartir esos valores con la gente que forma su equipo.
Otro de los ejemplos que se mencionan en el libro es el de Howard Schultuz, fundador de Starbucks, quien decía que «la gente quiere formar parte de algo de lo que se sientan realmente orgullosos, algo por lo que luchar, por lo que sacrificarse y en lo que confiar». Él mismo señala este principio como la clave de su éxito.
Todavía tengo que ponerme con la lectura en profundidad de este libro, para seguir descubriendo el «secreto» de los All Blacks, y no porque sea un apasionado del rugby, sino porque te das cuenta de que el éxito siempre está en torno a las personas y organizaciones con propósito.